Cada problema es una oportunidad brillantemente disfrazada...

martes, 24 de agosto de 2010

Intuición


Compramos fideos sin comparar todas las marcas en el supermercado, al chutear una pelota no hacemos mil operaciones matemáticas para determinar su trayectoria, simplemente le pegamos, al bailar en una discoteque no analizamos todos los pasos que realizaremos al segundo después.

Nos pasamos el día decidiendo, desde que ropa ponernos, que haremos a la noche o incluso enamorarnos. Es cosa de mirar cómo se enamora la gente.
La intuición está definida como “sentimiento o sensación que aparece muy rápido en la mente, en el inconsciente, cuyos motivos desconocemos, pero que nos impulsa a actuar.” Por eso te enamoras. Simplemente piensas: “Ohh!...ésta es LA MUJER”. Y actúas en consecuencia.

A simple vista parece lógico pensar que entre más alternativas mejor, porque hay más posibilidades de encontrar algo que nos guste, pero la mente humana no funciona así, más opciones no siempre es mejor, porque tenemos una capacidad limitada para asimilar información y con más… nos saturamos. Nos guiamos por lo que conocemos, y evitamos lo desconocido. (Heurística de reconocimiento: «escoge lo que conozcas»)

Cuantas más opciones para elegir, más posibilidades de conflicto. La intuición puede llegar a ser muy efectiva si realmente creemos en ella, resulta que tomamos mejores decisiones si tenemos en cuenta una buena razón (pero tiene que ser una muy buena razón, no cualquiera) que si tenemos en cuenta diez.
En general, cuando la gente se basaba en uno o dos motivos solamente, esto se consideraba irracional. Se creía que era mejor esperar y analizar todos los factores posibles, esto era lo que se esperaba para tomar la mejor decisión.

Valorar los puntos de favor y en contra de cada elección requiere que invirtamos una gran cantidad de tiempo y de recursos que resulta poco eficaz. Una alternativa es conformarnos con cualquiera opción  o la primera que se nos presenta, sin pararnos a pensar en nada, aunque en vista del éxito, tampoco pareciera funcionar. Y es que el proceso para decidir correctamente no consiste en contener una gran cantidad de información, si no en escoger aquello que necesitamos. Saber qué es lo mejor en cada momento y en el tiempo adecuado es una garantía para un desenlace feliz.

Hasta hace solo 10 años, la psicología social consideraba que la toma de decisiones  debía ser consciente y guiarse por las leyes de la lógica, que ante cualquiera elección, lo más acertado era elaborar listas y listas con los pros y los contras para tomar la mejor elección. Ahora sabemos que las decisiones instintivas son eficaces, a veces mucho más que una decisión racional.



*Texto producido por el staff de lgavilan.blogspot.com, todos los derechos reservados.

2 comentarios:

  1. "Cuantas más opciones para elegir, más posibilidades de conflicto"
    Que me llegó eso. Y mucho.

    ResponderEliminar
  2. La intuición es el sexto sentido.

    Tu papá ,tu primer seguidor

    ResponderEliminar